
Formentera, al ser una isla en pleno Mediterráneo, ha desarrollado durante años una gastronomía autóctona con platos tradicionales de nuestra tierra. Entre ellos, como no podía ser de otra manera, los dulces. Tres de ellos destacan por encima del resto: las orelletes, el flaó y la greixonera.
Las orelletes u orejas, son un dulce elaborado con huevos, harina, licor de anís, azúcar y aceite de oliva. Su nombre viene de su peculiar forma como de oreja humana. Suele ser típico verlas en cualquier pastelería o mercadillo de la isla. Ideales para acompañar con el café o con el desayuno.
El flaó es un pastel redondo típico de Formentera cuyos ingredientes principales (aunque no los únicos) son el queso freso, la hierbabuena y los huevos. Un riquísimo bocado ideal como postre en las comidas.
La greixonera es un postre muy particular que toma su nombre de la cazuela de barro en la que se elabora. La tradición cuenta que el origen de este dulce viene de la necesidad de aprovechar las ensaimadas ya duras de días anteriores. La greixonera tiene similitud al pudding y se elabora con huevos, leche, azúcar, limón, canela, mantequilla y, por supuesto, ensaimadas.